Sentados en las escaleras de mármol
de un Zara,
se encuentran los yonquis de la mercancía.
Tirados en el suelo, rodeados de bolsas,
los ojos perdidos en el tránsito constante,
los músculos estirados más allá de los límites del hombre,
descansando,
atrapados,
fatigados como una amante extasiada.
Subo las escaleras de mármol
de un Zara,
observando intranquilo
a los yonquis de la mercancía.
1 comentario:
Vaya, como no me he pasado por aquí antes. mucha talento y buena calidad, me puede llegar a gustar.
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