domingo, 10 de febrero de 2008

Rapaces

Cuerdas rasgadas
al borde del precipicio,
lamen con viento tu nombre.
Pájaros sobrevolando
en círculos un cadáver.
Y coyotes en la noche.

Con mil agujas de luz afilada
se ensaña el Sol oscuro
Y un cuerpo en el suelo se muerde
los nervios, la espera y el humo.

Olas que encrespan la sangre
mezcada como agua en el vino.
El llanto vomita al niño,
Y la ebriedad del santo cobarde