Cuerdas rasgadas
al borde del precipicio,
lamen con viento tu nombre.
Pájaros sobrevolando
en círculos un cadáver.
Y coyotes en la noche.
se ensaña el Sol oscuro
Y un cuerpo en el suelo se muerde
los nervios, la espera y el humo.
mezcada como agua en el vino.
El llanto vomita al niño,
Y la ebriedad del santo cobarde