domingo, 5 de octubre de 2008

La espina


No es por joder, amigo,
pero tus palabras caen en saco roto.
Sabes que mi invierno ya no huele a frío.
Sabes que no siento el rojo en mis entrañas.

No es por joder, pero
la pequeña austral se te ha apagado.
Y tú con ella,
ya no enciendes ni alumbras.

No es por joder, no,
pero deberías darte cuenta:
el nido se rompe si vuela el polluelo,
y cuando vuelve...

Cuando vuelve el polluelo ya no queda nada.

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