lunes, 9 de agosto de 2010

Ferrocarril


Era la palabra, era el Verbo,
era la canción de la flauta de madera,
el eco a lo lejos,
era la danza,
con las sombras de los dedos.

Y ahora son cristales en la mano que se aprieta,
un chorro de voz en la mirada,
ahora son segundos, el lápiz que se escapa,
la llaga en el desván de la memoria.

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